Os traemos un nuevo artículo desde la web de Club de Malasmadres, que esperemos os guste.
Lo mejor que puedo enseñarle a mi hijo es a
quererse mucho. Sin reproches, excusas, ni desprecios. A mirarse al espejo con
valentía, sin críticas despiadadas, etiquetas o justificaciones. A reflejarse
en él sin complejos, sin limitaciones, sin pretender ser algo que no siente. A
prohibirse verse pequeño, a aprender a quererse con avaricia, con cariño,
aceptando las cicatrices que en ocasiones la vida regala.
A hablarse con palabras bonitas, con dulzura, sin
engaños, sin encogerse cuando las cosas se empiezan a tambalear. A mirar bien
adentro, a conocerse sin miedo al ridículo, a desafiar a los que no crean en
él. A creer en él exprimiendo cada experiencia sin olvidar nunca que a la única
persona que no debe defraudar es a él mismo.
A quererse sin condición, a valorar cada batalla
ganada, a nadar a contracorriente cuando sea necesario, a pisar sin miedo. A
esforzarse aunque duela, sin mediocridad y paciencia. A sentirse inmenso en
cada amanecer, a sorprenderse a diario, a cambiar las circunstancias cuando
haga falta. A vivir sin copiar, sin reproducir como otros viven. A no cansarse
jamás de trabajar por aquello que le hace emocionar aunque los demás no lo entiendan.
¿Y qué puedo hacer yo? ¿Cómo ayudarle? Hacerle sentir
que se quiere sin condición, para que se dé cuenta que podrá hacer que las
cosas sucedan, para conseguir propósitos fascinantes, para hacer mucho ruido y
ser gigante. Para que siempre tenga presente… “no olvides nunca que no hay
nadie como tú”.
Sigue el siguiente artículo que te dará algunas
claves y seguro que todo se verá más fácil. Pincha aquí.
También puedes seguir a Sonia López (psicóloga) en
su blog Equilibrium.
Una vez más, esperamos haber ayudado un poquito a seguir en esta travesía de ser padres y madres, de una forma más llevadera.
Un saludo,
AMPA
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