¡Bienvenidos!
Desde
el AMPA Moncayo queremos dar la bienvenida, tanto a l@s nuev@s padres, madres,
alumnos, alumnas… invitándoles a que nos conozcan a través del blog o en
nuestro despacho, como a tod@s aquell@s que ya llevan con nosotros un tiempo.
Esperamos
que las vacaciones hayan sido muy fructíferas, relajantes, divertidas,
aprovechadas… con playa, montaña, ciudades nuevas, viajes y más viajes, todo
una bomba de energía y gasolina que necesitaremos para afrontar un nuevo año
escolar.
Alumnos
que cambian de ciclo y pasan de Infantil a Primaria, los que dejan la Primaria
para pasar a la ESO… todos se encuentran con un nuevo año más durillo y difícil
dentro de lo que les toca… ¡ánimo chic@s! ¡a por todas!
Y
como no podía ser de otra manera, nosotros desde el AMPA simplemente queremos
seguir apoyando a nuestros alumnos y a nuestros padres, ayudando en todo lo que
esté en nuestras manos, buscando nuevas iniciativas, proyectos, actividades… y
esperando poder estar a la altura de las circunstancias una vez más. Así pues,
simplemente desearos a todos una feliz vuelta y recordaros que estamos abiertos
a sugerencias, preguntas y sobre todo, a nuevas ayudas.
Este
año como novedad queremos informar de dos puntos importantes para todos los
socios, encontraréis más detalle en la página específica “Socios”.
-
En primer lugar la cuota de
este año será de 14€ por familia.
-
En segundo lugar, la fecha máxima
para hacerse socio y sin excepción, será el 22 de diciembre de 2016. Pasada esa fecha no se realizarán más altas de socios hasta
nuevo año.
Y
este año, para iniciar nuestras rondas de artículos, queremos empezar con unos
consejos que creemos pueden ser muy provechosos, diferentes y que a veces es
bueno recordar porque aunque los tenemos presentes… ¿los ponemos en práctica?
Seguro
que tenemos presente esas reflexiones sobre qué colegio será mejor para ellos,
como podemos motivarles en el estudio y otros muchos aspectos relacionados con
ello. ¿Y esa otra parte de la educación que es la de transmitirle nuestros
valores?
– ¿A ti
también se te olvidan las cosas que aprendes?
– Sólo las
que no son importantes.
– ¿Y cómo
puedo saber si un aprendizaje es valioso o no?
– Porque
aquello que aprendas te ayudará a avanzar.
– ¿Qué es lo
más importante que debo aprender?
– Que la vida
es un regalo que debes aprender a explorar.
Cuando
nos convertimos en papás y mamás nos entra la necesidad imperiosa de llenar a
nuestros hijos de saber. Centramos nuestro esfuerzo y presupuesto en conseguir
nuestros pequeños aprendan todos los idiomas posibles, toquen un instrumento
musical, sean habilidosos deportistas o realicen cientos de operaciones por
minuto. Los saturamos de contenidos, procedimientos o habilidades que deben
dominar a la perfección, además de cumplir con su curso escolar.
Por
suerte la experiencia te va enseñando que en la educación lo importante no es
la cantidad de inglés que puedan llegar aprender, la media aritmética que
obtienen al final del curso escolar o si logran jugar o no de titular.
Yo
no quiero hijos atiborrados de conocimientos, mi única pretensión es conseguir
contagiarles el placer de VIVIR. Mi maternidad se basa en pretender que se
conviertan en personas empáticas, libres, críticas, capaces de vivir en una
sociedad cambiante, llena de desafíos, que tengan ganas de aprender. Niños
capaces de gestionar sus emociones, que crean en el valor del esfuerzo, que
acepten el error como el mejor aliado para avanzar.
Una
educación que forme para la vida, que priorice el sentir al hacer, las ganas de
probar, el ser capaz de disfrutar del camino.
¿Qué
legado deberíamos dejarle?
1- Enseñar que la FELICIDAD
puede esconderse en cualquier esquina, hay que entrenarles a buscarla con
ansia. Que sean más que tengan, que vivan sencillo, sin guardar nada para
mañana. La vida no entiende de programaciones ni planes, simplemente sucede.
2-
A no dejar pasar la vida
esperando que ocurra aquello que les va hacer sonreír. Enseñémosles a ID a por
ello, a tomar las riendas, a dar el primer paso. Demostrémosles que los sueños
deben ser el motor que les remueve por dentro, a ser imprudentes, osados, a
pintar sus propios caminos, a buscar la excelencia. A no olvidar que el TIEMPO
es nuestra mejor mercancía.
3-
Que aprendan que, si deben
esperar algo, que sea únicamente de ellos MISMOS. Ejercitémosles a confiar en
sus habilidades, a explotar su potencial, a descubrir el talento que todo niño
posee. A enamorarse de los defectos, a reírse de los contratiempos, a juzgarse
con cariño, a establecer sus propios límites. A escucharse a menudo, a hablarse
con respecto.
4-
Entrenémosles a VIVIR sin
MAPAS, sin guion. Consigamos que se enamoren de la incertidumbre, de la
casualidad, del cambio. A no pedir permiso por luchar, por conseguir aquello
que les hace vibrar, por defender lo que les hace diferentes. Velemos porque
nunca se cansen de trabajar, de mejorar, de buscar la mejor versión.
Expliquémosles la necesidad de reprogramarse a diario, de reinventarse las
veces que sea necesario.
5-
Consigamos que crean en el
INSTINTO, que se conviertan en lo que piensan, a sentir en estéreo, a
emocionarse a diario. Animémosles a rodearse de valientes, a arriesgarse sin
lamentaciones, a cruzar por la cuerda floja, a vencer aquello que les asusta, a
no escuchar a sus pensamientos cuando se quieran rendir.
6-
Expliquémosles la importancia
que tiene DESTACAR únicamente por ser buenas personas, dar sin esperar recibir,
empaparse de valores. Enseñémosles a centrar la atención en saber quién
necesita de su calor, a rodearse de personas que ayuden a sumar. A perdonar, a
ser humildes, a tejer complicidad, a que sus actos hechicen.
7-
Motivémoslos a TOMAR
decisiones, la inactividad y la pereza no son un buen compañero de viaje.
Ayudémosles a identificar aquello que les apasiona, a gestionar los miedos, a
hacer algo nuevo cada día. A empoderad su vida, a conducirla con originalidad y
autonomía, a estar dispuestos a desaprender. A asumir las consecuencias de sus
acciones, a buscar soluciones, a hacer que el riesgo valga la pena.
8-
Enseñémosles a AMAR sin
olvidar sus raíces, a llorar sin temor, a ser sin antifaces ni excusas. A vivir
con conciencia en el presente, a componer su propia banda sonora. A ver en cada
día una nueva oportunidad, a soñar grande, con pasión y curiosidad.
9-
Demostrémosles que la queja
no les sacará de los problemas, enseñémosles a llevarse bien con la VIDA, que
las cosas pequeñas son las que realmente importa. A reírse mucho, a ver la vida
con la máscara del HUMOR. A quitarle hierro a las vicisitudes, a ver lo
positivo del intento.
10- No nos cansemos de REPETIRLES que aprendemos de la mano, que les
acompañamos sin condición. Que apoyamos sus decisiones, que entendemos sus
temores, que perdonamos sus errores, que valoramos cada pequeño progreso.
Podéis
encontrar el artículo completo y los enlaces a los blogs de los expertos
pinchando aquí: Club de Malasmadres.
¡Feliz
vuelta!
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