Una persona feliz no es aquella que no se equivoca nunca o aquella que siempre consigue todo lo que quiere. Todas las personas cometen errores, y a todas las personas les cuesta conseguir lo que quieren. Es parte de la condición humana. Una persona feliz, es aquella que sabe afrontar sus errores, aprende de ellos y sabe superar la frustración de forma constructiva.
Evita la sobreprotección y el exceso de permisividad.
No os perdáis este artículo en el que podemos encontrar algunas pautas de cómo ayudar a nuestros hijos a superar sus fracasos y para que el día de mañana sean personas con confianza en sí mismos.
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No es tan malo equivocarse, todos sabemos que “de los errores se aprende”.
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